jueves, 4 de abril de 2013

Los 15 momentos rock más grandes del cine

De ‘Wayne's world’ a Elvis, pasando por ‘Spinal Tap’ y ‘Lost in Translation’. 
Por Rob Sheffield
Revista Rolling Stone
¿Recuerdas a El Nota?

El rock and roll en el cine tiene una larga historia. Si la historia trata de gángsters, amantes, guerreros o vampiros, poner la canción correcta puede convertir una película simplemente corrientita en algo ruidoso y salvaje. He aquí, los 15 momentos musicales más grandes del rock en el cine. Desde Wayne's World a Elvis, de Spinal Tap a Lost in Translation. No hay televisión, así que disculpas a Mad Men

15. C'mon Everybody, de Elvis, en Viva Las Vegas 
Ésta es la razón por la que Elvis es el Rey. Por la confianza sobrehumana que aporta a cada momento de esta canción en esta película en la que lleva a la seductora Ann-Margret a un frenesí orgásmico con sólo escuchar su voz.

14. Just like honey, de Jesus and Mary Chain, en Lost in Translation.
Es la canción que suena dentro del corazón de Scarlett Johansson al final de la película, un corazón que es como una colmena de miel que gotea llena de lujuria. Just like honey tiene el mismo latido que el Be my baby, de Phil Spector, pero con el toque punk de Sofia Coppolla.

13. Fight the power, de Public Enemy en Haz lo que debas.
Brooklyn, verano del 89: El calor de la ciudad, los disturbios raciales, los policías de gatillo fácil, el crack, la pobreza, la pizza y hip hop cada esquina. Spike Lee lo presentó todo desde los títulos de crédito de la película con Rosie Perez luchando contra el poder a su manera: agitando el culo en sujetador y guantes de boxeo.

12. The old main drag, de The Pogues, en My own privata Idaho.
Es el colofón a este devastador cuento de Gus Van Zant sobre jóvenes chaperos estadounidenses. Descanse en paz, River Phoenix.

11. Lust for life, de Iggy Pop en Transpotting.
En la vida real, los adictos a la heroína son quizá los seres más aburridos del mundo. En Trainspotting ocurre todo lo contrario. Sólo hay que ver esta escena de Ewan McGregor y sus compinches corriendo por la calle esquivando la ley y riéndose de todos los tontos que les rodean.

10. The End, de The Doors, en Apocalipsis Now.
Las películas sobre Vietnam parecen tener todas canciones geniales, pero es sólo porque Francis Ford Coppolla les enseñó cómo hacerlo. The End se arrastra a través devastado cerebro Martin Sheen por culpa de la guerra. Apocalypse Now golpea en el corazón del fallecido Jim Morrison que apareció en la portada de ROLLING STONE con quizá el mejor titular de la historia: “Está de moda, es sexy y está muerto”.

9. Dreams never end, de New Order, en Carlos.
Carlos es para el terrorismo de los setenta lo que Uno de los nuestros para la mafia. La película relata la épica subida y caída de un imperio criminal. Edgar Ramírez interpreta a Carlos el Chacal como guerrillero autodenominado revolucionario, convirtiéndose él mismo en una estrella de rock. La banda sonora está llena de bandas postpunk como con esta canción de New Order.

8. Stroll on, de Yardbyrds, en Blow-up.
Es el paseo de Antonioni por el Swinging London. David Hemmings tropieza en un club donde están tocando los Yardbirds en su época mod, que fue tan corta como Jimmy Page y Jeff Beck duraron en la banda.

7. Theme from Shaft, de Isaac Hayes en Shaft.
La esencia del funk macarra. Shaft se pavonea por el metro y por la sordidez de Times Square en 1970, parando el tráfico con su fría maldad. Isaac Hayes le toca a esta máquina sexual para todas las chicas. Es la canción que todos desearíamos que fuese la banda sonora de nuestras vidas.

6. School’s out, de Alice Cooper, en Danzed and Confused.
Es el retrato de Richard Linklater del clásico y pequeño pueblo de Texas en el verano de 1976. Una época en la que el rock era una constante en la vida de la juventud, que escuchaba Hurricane en los salones de billar.

5. Tiny dancer, de Elton John, en Casi Famosos.
Se convirtió en el gran momento de Casi famosos, el relato autobiográfico del director Cameron Crowe como joven periodista de la revista ROLLING STONE.

4. Stonehenge, de Spinal Tap, en This is Spinal Tap.
Oh, cómo bailaban los enanos en Stonehenge. El toque del druida épico medieval sigue siendo un momento divertido, no importa las veces que lo hayas visto. Ocurre lo mismo con la película.

3. You never can tell, de Chuck Berry, en Pulp Fiction.
Uma quiere bailar, Travolta se niega al principio, pero quién puede decirle que no a Uma.

2. Looking’ out my back door, de la Creedence, en El Gran Lebowski.
La gran escena. El Nota pone su cintas de Creedence, y vive una de las situaciones típicas del fumado. Cree que le persigue la poli, tira el porro por la ventanilla, que está cerrada, intenta apagarla con la cerveza y, al final, ocurre lo que tenía que ocurrir.

1. Bohemian Rhapsody, de Queen, en Wayne World.
Que levante la mano quién no haya imitado alguna vez esta escena en su coche. ¿Tú? Eres muy raro, chico.

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